La más reciente propuesta del Gobierno Nacional busca responder a un contexto fiscal desafiante. El déficit proyectado para 2025 alcanza el 7,1 % del PIB, y la deuda pública supera el 61 %. Para enfrentar esta situación, el Ejecutivo ha presentado una ambiciosa reforma tributaria que podría marcar el rumbo económico del país en los próximos años.
A continuación, analizamos sus puntos clave, el impacto que podría tener sobre los contribuyentes y las críticas que ha generado en diversos sectores.
El Ministerio de Hacienda ha advertido sobre una necesidad urgente de recaudo para financiar el presupuesto del 2026. La meta inicial es obtener 19 billones de pesos, con una posible ampliación a 26 billones. La regla fiscal fue suspendida temporalmente para dar paso a medidas extraordinarias que garanticen liquidez y sostenibilidad en el corto plazo.
Estas medidas fueron decretadas bajo el estado de conmoción interior, pero ahora se plantean como parte estructural de la reforma.
Uno de los componentes más polémicos es el intento de aumentar la recaudación mediante impuestos ambientales. Se plantean tributos sobre:
Sin embargo, expertos señalan que este tipo de impuestos no representan una fuente significativa de ingresos y su efectividad como correctivos aún es debatida.
La reforma no solo contempla aumentos, también incluye incentivos y alivios, como:
La reforma podría desincentivar la inversión privada si no se acompaña de un ajuste del gasto público.
El apalancamiento fiscal podría deteriorar la confianza del mercado y elevar el riesgo país.
La carga tributaria acumulada podría generar una “fuga de capitales” o el desplazamiento de grandes contribuyentes a jurisdicciones más competitivas.
Analistas advierten que el enfoque del Gobierno parece centrado en el corto plazo. La falta de una estrategia clara para el gasto y la sostenibilidad fiscal a mediano plazo es una preocupación recurrente.
Además, varios gremios y centros económicos sostienen que el paquete fiscal carece de una visión integradora entre tributación, productividad e inversión.
La reforma tributaria 2025–2026 en Colombia representa un esfuerzo del Gobierno por cerrar el déficit fiscal y garantizar la financiación del presupuesto nacional. Sin embargo, su enfoque centrado en el aumento de la carga impositiva podría tener efectos negativos si no se equilibra con medidas de austeridad y estímulo económico.
El debate legislativo que se avecina será clave para determinar si esta reforma logra el respaldo político necesario y si, efectivamente, puede contribuir a una senda de crecimiento sostenible para el país.